13 nov 2009

Escarbo con los dedos del pie dentro de la arena. El océano se parece a mil diamantes, esparcidos por una manta azul. Me recuesto contra el viento, simulo no tener peso. Y en ese momento, estoy feliz, feliz. Deseo que estuvieses aquí.
Pongo mi cabeza sobre la arena. El cielo se parece a un negro dosel con agujeros perforados en él. Estoy contando Ovnis, les hago señales con mi linterna, y en este momento estoy feliz, feliz. Deseo que estuvieses aquí.
El mundo es una montaña rusa, y no estoy atado a la correa. Quizá debería celebrar con cuidado, mientras mis manos están ocupadas en el aire, diciendo deseo que estuvieses aquí.

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